Desde tiempos remotos, el hogar ha sido el mejor sitio para educar en valores a los hijos. Difícilmente nadie mejor que los padres para realizar este aporte en su formación. Lamentablemente, el ritmo de vida actual ha ido limitando el tiempo que padres e hijos pueden utilizar para interactuar entre sí, dificultando en muchos casos esta contribución fundamental en el fortalecimiento de la relación mutua y la creación de valores.
Pero, ¿cuáles son los valores en los que podemos educar?…Son valores: la honestidad, la integridad, la sinceridad, la paciencia, la solidaridad, el respeto a los demás. La sociedad en general acusa una pérdida de estos valores en las últimas generaciones y muchos expertos lo relacionan con una merma en el aporte educativo por parte de los padres en la vida de sus hijos.
Sin duda, estar más con ellos ayudaría en gran manera pero…¿Cómo educar en valores a nuestros hijos?
Si estás leyendo este artículo probablemente seas una madre preocupada o un padre preocupado sobre cómo transmitir estos valores a tus hijos de una manera efectiva. Bien, hoy vamos a analizar algunas estrategias simples que puedes utilizar para ayudarte en la tarea.
Los valores aprendidos en la niñez ayudan a luchar contra la adversidad en la vida. No alcanza una buena educación escolar si esta no viene acompañada con los valores adecuados para el desempeño de un adulto en la sociedad. Lamentablemente los valores no se aprenden en un pizarra.
Es difícil enseñar valores por imposición, debe hacerse desde el EJEMPLO. Imponerse en este sentido no aportará el resultado esperado. Conversa con tus hijos. Aprovecha sus errores, no para castigarlos duramente sino para crear un clima de DIÁLOGO donde el niño pueda comprender por sí mismo la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal.
A los niños les gusta oír historias, utiliza esa ayuda que ellos mismos te brindan para contarles tus propias experiencias en forma de cuentos. Si analizas los relatos infantiles que seguramente te contaban a ti de niño, encontrarás que muchos de tus valores como persona, parten de esa época y de esas historias.
Incluye a tus hijos en el ámbito de decisión familiar, permíteles PARTICIPAR en la toma de decisiones en la medida que sus aportes sean positivos no solo para ellos sino para toda la familia. Alaba su buena actitud y prémialos cuando tomen decisiones basadas en los valores que deseas inculcarles.
A veces educar los valores en nuestros hijos se torna difícil debido a una gran cantidad de factores externos. Especialmente en la actualidad. Intenta conocer a las personas que están cerca de tus hijos, en la escuela, en el club, en el barrio e incluso en Internet.
Los niños son muy observadores, buscan modelos a seguir y los primeros modelos son por supuesto los padres. Predica con el ejemplo, intenta no dar señales confusas. Si cada vez que llevas a tus hijos a la escuela en coche insultas a los peatones y a los demás conductores, ellos captarán que es un comportamiento justificado. Será difícil cambiar esta conducta luego a base de castigos. Si eres violento o violenta en casa, ellos también imitarán tu comportamiento. Recuerda que eres un modelo a seguir por tus hijos. Ellos aprenden de ti.
“Haz lo que digo pero no lo que hago” no funciona con los niños. Los niños aprenden e imitan lo que ven. Y ven más de lo que creemos. Debes predicar con el ejemplo.
No olvides recompensar las buenas actitudes. Los niños necesitan una dosis adicional de aprobación, es una buena ocasión para destacar las buenas actitudes y comportamientos. No la desperdicies.
Haz que ayuden en la casa. Que ordenen su cuarto; que recojan su plato; que no dejen cosas por el suelo. No importa si tienes personal doméstico; no permitas que ellos crezcan pensando que sus tareas son obligación de otros.
Intenta evitar las comparaciones. “Deberías ser como tu amigo Martín” o “Eres igual que tu tío Alberto”. No funciona. Cada uno es como es, con sus virtudes y sus defectos. Hazle saber a tus hijos que son personas únicas y que como tales deben comprender que los demás también lo son.
Existe una antigua frase muy útil para comprender la importancia de los valores. “No hagas a otros lo que no deseas para ti”.
Habla con ellos sobre la importancia de tener amigos, relacionarse con el prójimo, llevar una vida sana, practicar la tolerancia y el respeto.
Busca siempre la ocasión adecuada para enseñar una lección. Cuanto más natural y espontánea sea la situación, mejor. Cuando tienen un mal comportamiento, es el mejor momento para hablar sobre eso.
Dedica todo el tiempo de calidad que puedas con tus hijos. Llévalos al parque, juega con ellos mientras crecen. Crece como padre mientras les ayudas a crecer como hijos.
Como madre, como padre, tienes ese hermoso desafío de educar en valores a tus hijos. Con el tiempo, ellos te lo agradecerán.
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