Existe un proverbio chino que dice: “Dame un pez y cenaré esta noche, enséñame a pescar y cenaré siempre”. Este proverbio destaca la importancia que tiene enseñar técnicas para que los niños puedan actuar por sí mismos, de nada sirve que les solucionemos sus problemas hoy, si mañana se pueden encontrar con otros iguales o similares y no van a saber desenvolverse por ellos mismos.
Como padres TENEMOS QUE TENER PRESENTE que:
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- Somos parte FUNDAMENTAL en la educación de nuestros hijos.
- Somos sus modelos a seguir. Ellos aprenden de lo que ven hacer y de lo que oyen decir a los demás. Por eso es importante muchas veces no cuestionarlos a ellos, sino a nosotros mismos como padres.
- Tenemos que buscar en la educación de nuestros hijos su bien, no nuestra comodidad.
- Los hábitos son de vital importancia en la educación de los hijos. (les crean seguridad y confianza, pues son predecibles).
- Nuestro esfuerzo de hoy por ellos, se verá reflejado en el tiempo. Y ese esfuerzo ya no se verá como tal, sino como una gran recompensa y gratificación por el trabajo bien hecho. Hay que recordar que el trabajo bien hecho hoy, será tarea resuelta mañana.
- Debemos ser personas íntegras, y ser lo que decimos que somos aquí y allí y estemos con quien estemos. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese. Pues si nuestros hijos nos ven ser de diversas maneras, dependiendo de las personas o circunstancias, les estamos enseñando eso mismo. Y luego ¿seguirás creyendo que conoces a tus hijos?.
- No debemos dejar nunca la educación de nuestros hijos en manos de la indiferencia.
- Debemos ser honestos, y si deseamos que nuestros hijos digan la verdad, empezar nosotros mismos a no decir mentiras.
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Debemos ser responsables y coherentes con nuestros actos, tener muy claro que es lo que queremos trasmitir, y actuar de acuerdo a ello.
Si queremos por ejemplo que no peguen a nuestros hijos, nosotros no tenemos que pegarles a la mínima de cambio, ni darles el consejo de “si te pegan los niños tu pega” que está muy de moda actualmente, pegar está mal y nadie quiere que peguen a su hijos, entonces ¿por qué incitarles a que ellos lo hagan?, luego seremos los primeros en quitarnos la responsabilidad, y echar la culpa a la sociedad, la inmigración…Lo que sea menos aceptar que somos nosotros los que hemos empezado en este círculo vicioso.
- Debemos creer en nuestros hijos y esperar lo mejor de ellos, ayudando con mensajes positivos que los lleven a su consecución. (efecto pigmalion)
Quien siembra un PENSAMIENTO cosecha una acción > Quien siembra una ACCIÓN cosecha un hábito > quien siembra un HÁBITO cosecha un carácter > Quien siembra un CARÁCTER cosecha un destino.
Si queremos un mundo mejor para nuestros hijos no tenemos que pensar que el mundo está en manos de unos pocos, porque el mundo que tenemos lo hemos creado todos. Y lo que tenemos hoy es lo que decidimos tener ayer. Todo lo que tenemos, lo decidimos día tras día. Año tras año, salvo la enfermedad y la muerte que no se eligen, llegan cuando llega. Por eso está en nosotros hacer las cosas bien, mejorar en lo que fallamos, intentar arreglar nuestras equivocaciones en la medida de lo posible y seguir estando ahí para seguir aprendiendo.
