Los niños son niños,… Pero todo adulto tiene su niño interior más o menos despierto. En muchas ocasiones se habla del gran privilegio que es ser niño en esta sociedad que les ha tocado vivir, ¿Pero realmente es un privilegio para ellos?. Los niños crecen e intentan comprender a los adultos, los niños perciben a los adultos como perdidos, sin rumbo, sin esperanza y sin fe en un nuevo mundo nuevo y posible, ¿Cómo van a tener criterios de peso para guiar a los niños hacia el mundo que los niños merecen?, entre todos estamos permitiendo la destrucción del planeta. Los adultos son como veletas que hoy piensan de una manera y mañana de otra. Se dejan llevar por el ruido de las masas, en vez de escucharse a sí mismos. Y estoy más que convencida que los niños tienen una gran sabiduría interior muy común entre todos ellos, pero que pierden por ser como nosotros. Quizás deberíamos empezar por cambiar algunos aspectos de forma individual para procurar que esto no ocurra. NUNCA ES TARDE para escuchar a los niños y para comprender la gran sabiduría que llevan consigo, pues realmente puede ser que estemos en sintonía con ellos.
Vanesa Hervás Martínez. Licenciada en Pedagogía. Valencia.
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