Durante el curso escolar y una vez llegan las vacaciones de verano, a pesar de los años ha sido y sigue siendo una pauta a seguir muy recomendada, la realización de actividades, fichas, cuadernillos por parte de los niños. Y la pregunta cuya respuesta resulta más que predicadora, ¿hasta cuándo seguirá?…
Una gran realidad que se repite, pero: ¿Qué padre cuestiona los cuadernillos de vacaciones de verano para sus hijos?, ¿Qué cantidad de maestros recomiendan a los padres estos cuadernillos para reforzar los aprendizajes adquiridos?, ¿Qué cantidad de editoriales se lucran años tras año con la venta de estos materiales?…
3 agentes implicados:
Padres, Maestros y Editoriales.
¿Quién guía a quien?. Los adultos en general, sienten la necesidad de seguir el ritmo que la misma sociedad va imponiendo. Quizás por ello este gran dilema es como el mismísimo pez que se muerde la cola. ¿Sobre quien recae la responsabilidad?. Pues verdaderamente todos se lavan las manos, y nadie quiere asumir la parte de culpa que sobre cada uno de ellos recae. Y puede que ese sea el gran error, que siempre queda sin resolverse y que sigue reproduciéndose.
Los niños son niños … Y todos hablan del gran privilegio que es ser niño en la sociedad que les ha tocado vivir, ¿Pero realmente es un privilegio para ellos?. Los niños crecen e intentan comprender a los adultos, pero los adultos han perdido el norte, de forma que ni los adultos mismos saben hacia donde se dirigen ni cuales son sus objetivos, ¿Cómo van a tener criterios de peso para guiar a los niños?. Los adultos son como veletas que se dejan llevar por el ruido de las masas, en vez de escucharse a sí mismos. Y estoy más que convencida que los niños tienen una gran sabiduría interior que pierden por ser como nosotros. Quizás deberíamos empezar por cambiar algunos aspectos de forma individual para procurar que esto no ocurra.
Por una parte las editoriales se percataron del interés que tienen los padres para que sus hijos lleguen a ser “algo” en la vida, que lleguen a ser lo que ellos no consiguieron ser y crearon la necesidad a estos materiales, la pregunta que hago a los padres es ¿Un niño llegará a ser alguien en la vida por repetir y repetir lo aprendido?, las editoriales también se percataron de la necesidad de estos materiales ya desarrollados por parte de los maestros para reforzar lo aprendido durante el curso escolar. Y mi pregunta es ¿Es necesario que los niños repitan y repitan actividades varias para recordar lo aprendido?. Yo considero que no, ¿Porqué?, pues porque cuando un niño aprende por motivación propia lo recordará para siempre, y por el contrario, cuando aprenden por imposición que es lo que la escuela tradicional viene desarrollando, pues entonces si hace falta machacar y machacar lo aprendido. ¿Los maestros temen que sus alumnos regresen al inicio de curso sin saber X?. Puede ser que el problema recaiga en la forma de enseñar mecánica y repetitiva, por ello es que comparto la ideología de maría Montessori en la que por encima de todo se cultiva en los niños la capacidad de aprendizaje, automotivación y ética para cualquier entorno en el que puedan encontrarse en el futuro.
El método Montessori no utiliza libros de textos como en la escuela tradicional. No existen deberes, ni mucho menos calificaciones. Si consideramos que todos los niños y la mayoría de los adultos aprenden mejor a través de la experiencia directa, y el proceso de investigación y descubrimiento. Es coherente reflexionar sobre porque la mayoría de los alumnos no retienen o sinceramente no captan, lo que “aprenden” de memoria.
Pedirle a un niño que se siente y mire cómo la maestra realiza un proceso o experimento, es lo mismo que pedirle a un niño de un año, que no se lleve todo a la boca. Los niños necesitan manipular y explorar todo lo que capta su interés. Es irónico que la mayoría de las escuelas enseñen aún, básicamente con lectura, libros de texto, y manuales de ejercicios, mientras los alumnos pasan sus días en el pupitre rogando que toque el timbre.
Los materiales Montessori de aprendizaje, no son un método en sí mismos; son simplemente herramientas que se usan para estimular al niño a través del pensamiento lógico y el descubrimiento. Los materiales Montessori son provocativos y simples, cada uno diseñado para interesar a los niños en un determinado nivel del desarrollo.
¿Porqué en España no se reconoce este método u otros también existentes y alternativos para la educación pública y gratuita de nuestros niños?. ¿Porqué se siguen repitiendo los mismos procesos de enseñanza si cada año se concibe su ineficacia?.
Vanesa Hervás Martínez. Licenciada en Pedagogía. Valencia.