Jugar para un niño es una actividad agradable, ellos NO juegan para aprender, sino para divertirse. Es un deseo de saber, crear, imaginar o explorar, y si un juguete no le divierte o no le estimula su imaginación, lo abandonará. Es por eso que los padres debemos conocer las preferencias de nuestros hijos a la hora de escoger un juguete para comprarlo, pues…
“Muchos padres sustituyen el fomento del juego por la compra de juguetes, y por eso estos niños no quieren jugar, lo único que tienen es un deseo inmenso de poseer”.
Los niños en una sociedad de consumismo muy exacerbado pedirán juguetes por pedir, sin quizás realmente pararse a pensar si les gusta o no, si lo utilizarán o no, es por ello que somos los padres los que tenemos la misión de fomentar el diálogo y el sentido crítico de los niños:
1. Para que ellos puedan razonar por qué quieren una bici o una consola,
2. y también, para que los padres puedan replicar por qué un juguete determinado no les parece adecuado o por qué no pueden tener siempre todo lo que desean.
EL JUGUETE es una herramienta para el desarrollo integral y la transmisión de valores positivos. La empatía, la toma de decisiones, la negociación, el respeto a los demás, la aceptación de normas, la resistencia a la frustración cuando a veces también se pierde… son valores que muchos juguetes llevan consigo. Es por ello, que los padres deben de tener presente a la hora de la elección de un juguete:
– Los deseos de los hijos, y
– Los valores que quieren inculcarles.
Elegir siempre juguetes acordes a ellos y evitar los que promuevan actitudes racistas, sexistas o violentas.
A cada edad un juguete, si compramos un juguete dirigido a una edad inferior a la del niño este le creará aburrimiento, y si por el contrario es recomendado para una edad superior le creará frustración.
Cada edad conlleva distintas necesidades, y el juego evoluciona a la par que las capacidades y las habilidades del niño. Por tanto el juego debe ser pensado dependiendo de su madurez intelectual, fuerza física, su habilidad manual…
Y recordar que los niños, aunque pueden jugar y divertirse solos, obtienen mayores beneficios para su desarrollo si juegan en compañía.
“Los padres compran cada día más juguetes para que sus hijos se distraigan solos, sin tener en cuenta que el juego es la primera actividad social del ser humano”.
Los juguetes deberían estar pensados para utilizarse en familia o con otros niños.
Otros aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger los juguetes para los niños son:
– Conocer su personalidad y capacidades,
– Reflexionar sobre el tiempo y el espacio dedicados al juego
– Y sobre todo, saber de antemano si se podrá propiciar un rato para divertirse con los hijos. ¿A qué podemos jugar juntos?.
Los padres deberían pararse a pensar antes de comprar cualquier juguete, en si va a ser utilizado por el niño; pues muchas veces se regalan juguetes por el simple hecho del capricho de los padres o de los niños mismo, y luego una vez en casa aparecen continuas quejas por parte de los padres, o el niño mismo deja de tener interés por él una vez lo tiene, que acaban por desechar el juguete o acabar con él en un armario.
¿CUÁNTOS JUGUETES SON SUFICIENTES PARA UN NIÑO?
El número de juguetes que debería tener un niño, no deberían de ser muchos pero sí variados; que permitan desarrollar distintos tipos de juego: de movimiento, para jugar dentro de casa, para jugar fuera en la calle o parque; para jugar con lo amigos o para jugar en familia…
Es mejor regalarles pocos juguetes en navidad y cumpleaños, e ir haciéndolo gradualmente a lo largo de todo el año. Los Mejores Juguetes para Cada Edad
