La familia de un niño y la escuela donde asiste nuestro hijo, deberían compartir, acompañar en su educación, deberían ir de la mano en esta tarea tan importante para la vida de los niños. Padres, educadores y todas aquellas personas que nos encargamos de forma directa de la educación de los niños, deberíamos reflexionar sobre nuestras ACCIONES y PENSAMIENTOS.
Debemos plantearnos si somos coherentes en el día a día con los niños, pues todos nos podemos encontrar con situaciones de incoherencia a nuestro alrededor. ¿Hay coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos?:
- Muchas veces, se les pide a los niños que no chillen, y son los mismos padres los que lo hacen gritándoles.
- Otras veces, se les dice que deben esforzarse en algo, y son los padres mismos los que dejan de hacer las cosas por pereza.
- También hay una queja extendida que dice que los hijos están a todas horas frente a la televisión, y son los padres los que mandan callar al niño y no le atienden cuando estan viendo su programa favorito. ¿Por qué tendrían que hacerles caso a ellos sus hijos cuando los que estuvieran viendo la tele fueran ellos? .
- Se les pide a los hijos que no sean consumistas y los padres están constantemente comprando cosas o valorando en exceso todo tipo de pertenencias.
- Se les pide a los hijos que sean tolerantes y los padres se comportan de forma prepotente frente a los demás….
SI QUEREMOS CREDIBILIDAD ANTE NUESTROS HIJOS Y ANTE LA VIDA, debemos reflexionar, analizar, comprobar si mostramos en nosotros mismos la coherencia QUE EXIGIMOS en ellos. Si nuestros hijos perciben que decimos una cosa y hacemos otra, no sabrán que mensaje escoger.
Los educadores (padres, educadores…) deben estar unidos en la educación de los niños, si unos enseñan una cosa y los otros manifiestan lo contrario, el niño no sabrá que hacer. Estará confundido y se creará un problema, no sólo con la situación que se plantea, sino también a quien debe creer, o quien tiene mayor poder de decisión.
Debemos buscar siempre acuerdos entre los miembros de la familia y la escuela. Un ejemplo de incoherencia muy sencillo entre familia y escuela y que puedo ver día a día en la puerta de la guardería de mi hija: los niños no llevan chupete durante el horario escolar, y cuando salen a la calle los padres, abuelos… los esperan con él en la mano para ponérselo. Si los niños no lo llevan en clase y comprenden este hábito ¿Porqué retroceder?, los maestros han conseguido que superen esa necesidad del chupete, ¡Aprovechemos como padres la oportunidad para seguir aplicando lo mismo en casa!…
Es necesaria la coherencia entre el modelo que ofrecemos a nuestros hijos y lo que les pedimos que hagan. La clave de una buena educación para el niño radica en que ésta tenga significado para él, que exista coherencia con lo que tiene a su alrededor.
Los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Y sobre todo debemos de tener presente que nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal pintar la pared, mañana, también.
Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice a su hijo que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de : “Dejalo que coma como quiera, lo importante es que coma”.
Debemos como padres desempeñar nuestra tarea de padres lo mejor que se pueda, y ante las dificultades deberíamos apreciar la opción de poder confiar en las personas que como profesionales nos muestran pautas de actuación a seguir con nuestros hijos. Pues en ocasiones, escuchamos a los padres quejarse sobre las reuniones escolares de sus hijos en las que se pretende ayudar, acompañar en la tarea de educar. Muchos de estos padres, no creen en estas reuniones porque sienten atacados sus propios estilos educativos, y no quieren conocer alternativas educativas a las suyas propias; otros tantos interesados no llevan los consejos a la práctica por infinidad de motivos que se pueden encontrar…
Si todos queremos lo mejor para nuestros niños, lo que podemos hacer es ayudarles a crecer felices. ¡La educación de nuestros hijos está principalmente en nuestras decisiones!.¡Por favor seamos coherentes!.
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